Sabes que es momento de un cambio cuando lo conocido se vuelve incómodo…
Cuando somos niños, hacemos lo que nos gusta sin pensarlo. Pero al crecer, muchas veces dejamos eso de lado y nos enfocamos solo en lo que “tenemos que hacer”.
Desde pequeña amaba transformar mi ropa con tijeras, hilo y aguja. No me importaba si quedaba perfecto o no, lo que me encantaba era la idea de crear algo nuevo, algo único.
Pero la vida adulta llegó, y con ella la obligación de seguir el “camino correcto”.
Estudié Comercio Internacional mientras trabajaba en una multinacional en el extranjero. Todo parecía marchar bien, pero yo me sentía incómoda. Vacía. Como si mi brillo estuviera apagado.
Hasta que un día decidí escuchar esa voz interior. Hice de mi pasión mi trabajo y me formé como asesora de imagen. Desde entonces, he ayudado a cientos de personas a sentirse seguros, auténticos y únicos. Pero lo más bonito es que, en cada proceso, ellos también han transformado mi vida.